La famosa tarta de queso la aprendí de mi profesor de cocina, Toni. Un día de clase de elaboración nos sobró tiempo y le pedimos a Toni que nos enseñara un postre y la tarta de queso fue la elegida. Tenía ingredientes sencillos y parecía muy fácil de hacer. Lo mejor llegó al probarla: RIQUÍSIMA!
Es super cremosa sin ser empalagosa. Combina bien con cualquier mermelada. Aquel día la comimos con una de albaricoque, si no recuerdo mal.
Le he hecho un par de variaciones, yo le añado más philadelphia de la que en su día nos dijo Toni y ya he hecho de la mermelada de fresa su fiel acompañante.
Con el tiempo he aprendido que cuaja perfectamente si dejamos que empiece a burbujear, sin dejar hervir demasiado. Que la galleta me gusta más como queda si es "María" que Digestive y que no hace falta meterla en la nevera para que la mantequilla endurezca porque luego al echar el relleno caliente hay un contraste entre la mantequilla fría y la mezcla caliente y ya más de una vez tuve que limpiar de la nevera "chorretes de mantequilla fundida".
Espero que os guste. Os aseguro que gusta a todo el mundo.
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